Para solucionar estos problemas empleamos cera para estancar los sensores de luminosidad y temperatura, y también la cámara; en los orificios por los que salen los cables hemos introducido un fino tubo de plástico con la cera, que sustituirá de forma mucho más impermeable al sistema anterior hecho con gomas. Además, atamos a la estructura mediante bridas pesos de plomo y pedazos de porexpán (también conocido como poliestireno expandido o corcho blanco), que, distribuidos de manera estratégica logramos estabilizar aproximadamente al robot submarino a una situación de equilibrio, en la que, mediante una segunda prueba, pudimos observar su movilidad dentro del agua.
Estamos muy contentos con el resultado y ya estamos pensando en algunas mejoras...
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