Primeras pruebas en el agua

Tras haber terminado con el montaje completo de la estructura principal, hemos decidido sumergir nuestro ROV en un tanque de cristal lleno de agua para comprobar su flotabilidad y estanqueidad. Al finalizar esta prueba, hemos visto cómo el ROV flotaba demasiado, ya que los tubos de PVC contenían aire en su interior, y cómo entraba el agua en el compartimento en el que va situada la cámara.

Para solucionar estos problemas empleamos cera para estancar los sensores de luminosidad y temperatura, y también la cámara; en los orificios por los que salen los cables hemos introducido un fino tubo de plástico con la cera, que sustituirá de forma mucho más impermeable al sistema anterior hecho con gomas. Además, atamos a la estructura mediante bridas pesos de plomo y pedazos de porexpán (también conocido como poliestireno expandido o corcho blanco), que, distribuidos de manera estratégica logramos estabilizar aproximadamente al robot submarino a una situación de equilibrio, en la que, mediante una segunda prueba, pudimos observar su movilidad dentro del agua.

Estamos muy contentos con el resultado y ya estamos pensando en algunas mejoras...

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